Desamor

Vi morir el amor
Ayer vi morir el amor, cuando caminaba en el frío atardecer que las lluvias de agosto reclamaban.
Vi morir el amor, cuando paseaba por aquellas calles de abrazados y le hacías falta a estos brazos, ahora vacíos.
Vi morir el amor, cuando supe que estabas lejos y quizá ausente.
Vi morir el amor, cuando aquella canción de los dos, dejó de vibrar en mi pecho.
Vi morir el amor, cuando sentado junto al teléfono ansiaba una llamada que nunca llegaría o cuando el correo era ausente y quizá tardío.
Vi morir el amor, cuando paseaba por aquellos rincones de los enamorados y me di cuenta que mi brazo ya no te acompañaba.
Marcks
Soy como soy
Soy como soy
y nada de lo que fui,
el pasado viene a mi vida
y se hace difícil vivir.
Aunque yo quisiera olvidar
todo gira alrededor
grandes recuerdos vividos
que causan un gran dolor.
Fue mi flor elegida
de entre muchísimas flores
ha sido el amor de mi vida
el que nunca se repone.
Dos maravillosas flores
siempre presentes en mí,
por ellas quiero luchar
por ellas quiero vivir.
Mabel

El mar
Que gran belleza la del mar
espacio abierto, espacio grande,
lugar de libertad.
Sus olas chocando contra las rocas
son como cantos al viento,
libres en el espacio y el tiempo.
Eterno lugar de enamorados,
de dichas, desdichas
y corazones enlazados.
Cantos de sirenas,
revolotear de gaviotas,
amores perdidos y esperanzas rotas.
Si el mar hablar pudiera
cuantas cosas diría
de lo que allí aconteciera.
Lugar de paz y tranquilidad,
donde poetas enamorados,
encuentran sosiego y serenidad .
Que siga por y para siempre,
ese lugar de ensueño,
de hermosos amaneceres y atardeceres.
Mabel

Ayer
Ayer, mirando tus ojos
quise besar tu labios
ayer mirando tu cara
me sentí enamorado.
Mirando tu bello cuerpo
yo me quedé pensativo
¿es amor esto que siento
o acaso ya desvarío?
Esta mañana sentado
me encontré pensando en ti
en tu melena de oro
y en tus labios de carmín.
Susurrándote al oído
quisiera poder decirte
“vida mía lo que quiero
es morirme junto a ti.
Más se que no diré nada
cuando te vuelva a encontrar
y aunque mi corazón llore
mi boca no se abrirá.
¿Por qué hablaremos tanto
cuando debiéramos callar
y por que no diremos nada
cuando quisiéramos hablar.
Mabel
